¿Harto o inconforme de tu sonido?

Introducción

Esta cuestión es de los problemas que aquejan a la mayoría de los músicos alrededor del  mundo. Escuchar a tú músico favorito y no entender por qué demonios suena así de bien y tú así de mal es una incógnita que llega a obsesionar a las personas, causarles frustración y en casos extremos amargarles la vida. Pero no te asustes, ahora pretendo ayudarte a entender el sonido o mejor dicho TU sonido.


Panorama

Me he encontrado con muchos alumnos y músicos alrededor del mundo, gastar mucho dinero en equipo, profesores, pócimas mágicas y seguir en el mismo cuadro y ¿Sabes algo? No están buscando en el lugar correcto. Lo primero que debes entender es que tu saxofón, tu boquilla, abrazadera y cañas no son los factores responsables de tu falta de orden y dirección para estudiar cosas que realmente te  acercan a la verdad.

No saber si realmente es tu equipo o tú el problema de sonar mal puede ser un enigma que ahora mismo te esté volviendo loco, pero precisamente para eso es este blog, para decirte que te detengas, te relajes y que te preocupes solo por mantener tu saxofón con buen mantenimiento y estudiando armonía correctamente hasta que gradualmente tu necesidad de traer tus conceptos armónicos al mundo físico por medio de tu instrumento sean por si solos los asistentes que te ayuden a detectar los problemas y a guiarte en este peligroso e infinito mundo que es la música.


La verdad

No podrás detectar si estás en el lugar correcto si no decides primero que quieres tocar y como quién quieres ser… No por nada cuando somos pequeños nuestros primeros parámetros de referencia son los padres. A lo largo de la vida vamos conociendo gente que nos va inspirando y nos van dando pautas a  seguir, y si hacemos memoria, recordaremos que nuestros papás siempre nos dijeron que tuviéramos cuidado con las influencias que nos vamos encontrando por la vida porque no todas son buenas, incluso pueden llegar a ser peligrosas para nuestras vidas. En las escuelas intentan darnos parámetros de referencia para entender los diferentes oficios  que puede desempeñar una persona en la sociedad, nos dan ejemplos de que hace un bombero, un policía o un médico, pero, rara vez recuerdo a alguna maestra o maestro explicar que hace realmente un músico.

La música la usan como un medio de entretenimiento para alumnos “aburridos”, pero  ¿Por qué entonces no apagan incendios como los bomberos o curan a alguien como los médicos para no aburrirse o como clase optativa? ¿Es acaso la música menos que cualquier otra carrera? ¿O no se quiere reconocer su poder?

Por otra parte muchos músicos no tienen la suerte de nacer en familias de músicos con una trayectoria, esto ocasiona que su entorno desde pequeños no tenga un contacto técnico y directo con la música y por ende les cueste más orientarse… tendrán que explorar por si mismos la música y tomar decisiones críticas, que por cierto, si no son las adecuadas podrían llevarlos al fracaso inminente.

En el caso del saxofón hay varios caminos para llegar a el, por ejemplo en los países  desarrollados los gobiernos compran saxofones para que la gente vaya y de forma recreativa participe en bandas de marcha o ensambles clásicos sin fines de lucro, esto hace que mucha  gente solo lo vea como un hobby y participan regularmente en días festivos o cuando se les solicita tocar, en pocas palabras terminan tocando el saxofón por placer personal sin grandes expectativas profesionales.

También están los conservatorios clásicos… escuelas ofrecidas por el gobierno para la  conservación de la cultura humana y por ende el de la música clásica creada por los grandes compositores clásicos, el problema es que en esa época no había saxofones participando en las obras, así que muchas veces no hay otro remedio que tomar la metodología del clarinete, que es considerado el ancestro directo de nuestro flamante saxofón.

En otras circunstancias los gobiernos o sus organismos tienen proyectos más formales, como las bandas militares, bandas de policía, o bandas municipales que cubren la difusión cultural en la región, en estos casos ya hay un sueldo y ya es viable ver el instrumento como una fuente de ingresos formal y regular como para plantearse vivir de la música. Estos músicos después de unos años tocando el instrumento tal y como se hace en los conservatorios clásicos tienen dos caminos, seguir ahí o encontrarse con el Jazz.

En otros casos, por ejemplo el mío, simplemente un día te despiertas y por alguna razón ves a un saxofonista de Jazz o pop tocar, te enamoras del sonido y quieres hacer de el una carrera…y aquí es donde empieza realmente el calvario…Te tendrás que resignar a que no hay saxofón comprado por el gobierno en países como México y muchos otros… así que alguien te lo tiene que comprar… por ejemplo los papás o algún familiar que esté  dispuesto a apoyarte.

El problema, es que fuiste impactado por un saxofón de Jazz, así que la primera pregunta es  ¿Quién me va a enseñar a tocar y a soñar esto si no es una lenguaje propio de mi país?

Esta poderosa pregunta nos hace echar a andar nuestra iniciativa y nuestra mente lógica comienza a darnos respuestas creativas para resolver el problema, aunque muchas veces nuestra lógica arroja resultados incongruentes y peligrosos como: “AH! Ya sé! Entraré al conservatorio, aprenderé cosas ahí y después buscaré como especializarme en el Jazz

Este tipo de afirmaciones peligrosas para el jazz, ponen en riesgo crítico la configuración inicial de nuestra mente hacia la improvisación, ya que el concepto de lectura e interpretación clásica atrofia literalmente la capacidad de creación espontánea de música, esto por que el cerebro queda limitado a una partitura que impone restricciones desde que la miras por primera vez (incluso te dice cuando y como respirar).

Lo anterior acaba atrofiando la habilidad de la improvisación… ¿Qué más nos queda si era el motor del Jazz…? PELIGRO!!!! aquí es donde sales arrojado en una cápsula al limbo (o sea a la  nada…) quedan músicos incompletos, que no son ni clásicos interpretes de partituras porque no acabaron sus estudios “formales” o improvisadores mediocres con un montón de lagunas armónicas que les impiden alcanzar un correcto color de Jazz en su instrumento. Afortunadamente  o todo está perdido… gracias a la tecnología moderna y a los avances en la comunicación, después de pasar por un proceso duro de entendimiento de la filosofía libre, desarrollé un sistema de enseñanza accesible para todos, que pretende limpiar y ordenar conceptos confusos para así  retomar un rumbo correcto y efectivo al jazz, TocaJazz.com. Ofreciendo una alternativa lógica y ordenada de herramientas funcionales para vivir de la música real en una situación 100% real.

Por eso regresamos al primer punto. ¿Realmente eres Clásico o Jazzísta? Desde mi visión creo imposible ser de ambos caminos, este hecho solo te mantendrá confundido y sin explotar tu verdadero potencial. Así que si eliges el Jazz, ve buscando músicos que te gusten, escúchalos, investiga sobre ellos y trata de comportarte  como tu mentor.

Recomendaciones para sentirte en el camino.

  1. Jazz o Clásico.
  2. ¿Cómo quién quiero llegar a ser?
  3. Busca un profesor que realmente te guste como toque, y que realmente te sientas identificado con su estilo de vida.
  4. Metodología teórica – Práctica y filosofía enfocada 100% al Jazz (TocaJazz.com)
  5. Escucha a los grandes.
  6. No divagues y aférrate a tu ideal.
  7. Investiga como hacer negocios.
  8. Sé profesional y jamás te rindas.
  9. Haz del Jazz, tu razón de ser, tu hobby, tu trabajo y tu todo.

 

Créeme que pensando así, encontrarás el equipo ideal, tu sonido ideal, serás un músico que se acepta a sí mismo, que compone su música y que siempre será útil a la sociedad, aportando música fresca, nueva, innovadora… que realmente estimula la cultura de la región e inspira a la gente a llevar sus sueños a cabo.

 

Te deseo mucha suerte y claridad mental para alcanzar tus sueños esforzándote técnica y objetivamente.

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